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Científico argentino en el Caltech devela
secretos de la imaginación |
"Las imágenes visuales pueden ser voluntariamente
generadas en nuestra mente en forma simultánea con la ausencia
de estímulos visuales. Cuando, mediante una descripción o
evocación de un recuerdo, los sujetos tratan de contar el
número de flores de Los girasoles de Van Gogh, reportan la
formación de una imagen en su 'ojo de la mente'. El hecho de
que este proceso pueda estar acompañado por el mismo mecanismo
neuronal que la percepción visual ha sido un extenso tema de
debate." Así comienza el resumen del artículo titulado "Las
neuronas de la imaginación en el cerebro humano", publicado el
16 de noviembre en la revista Nature. Su primer autor es el
joven científico argentino Gabriel Kreiman (foto),
investigador del Instituto de Tecnología de California
(Caltech).
Algunos filósofos sostienen que la imaginación juega un
papel clave en la capacidad de la mente para representar la
realidad. A lo largo de los siglos se ha discutido, desde
distintas disciplinas, si las regiones cerebrales y los
procesos involucrados en la visión son los mismos que
intervienen en las representaciones "visuales" imaginarias. La
historia de la ciencia es rica en ejemplos de investigadores
que testimonian haber "visto" la solución de un problema en
una imagen. Un caso célebre es el de Einstein. El físico
alemán confesó haber logrado comprender los principios de la
teoría especial de la relatividad al imaginar que viajaba
junto a un rayo de luz.
El objetivo de Kreiman fue determinar si se podían
encontrar neuronas que cambiaran de actividad de manera
selectiva de acuerdo con la imagen que los sujetos formaran en
sus mentes en ausencia de estímulos exteriores. Para esto se
mostraron figuras en un monitor -como una casa o un rostro- a
un conjunto de individuos. Luego se les pidió que cerraran los
ojos y que, al escuchar tonos graves o agudos, formaran en sus
mentes imágenes relacionadas con las figuras observadas. Por
ejemplo, el sujeto debía imaginarse la casa cuando escuchara
un tono agudo y el rostro cuando percibiera el tono
grave.
Los resultados mostraron que un grupo de neuronas
alteraba selectivamente su actividad de acuerdo con el tipo de
figuras que los pacientes imaginaban. Pero lo sorprendente del
caso es que se encontró que las neuronas presentaban la misma
selectividad cuando las imágenes eran producto de los procesos
de visión y de imaginación. Finalmente, un estudio
cuantitativo posterior mostró que es posible predecir en la
mayoría de los casos (88%) lo que los sujetos estaban
imaginando.
Dado que estos trabajos se hicieron sobre neuronas
individuales, el científico argentino espera en el futuro
dedicarse a comprender cómo y por qué un grupo de neuronas
puede codificar mayor información que una neurona individual.
Diego H. de Mendoza